Cuando sufrir no es defender bien, pero ayuda

Es irónico que pese a haberse ampliado el cupo de equipos que pueden clasificar a la liguilla, teniendo en principio cualquier club más posibilidades de llegar a la fase eliminación directa de la Liga MX que antes, el espacio para acceder a los lugares de repechaje se haya comprimido, obligando a un puñado de escuadras, en especial aquellas que iniciaron de forma floja el Guardianes 2021, a dejarlo todo en el cierre del torneo.
Entre los que llegan apurados al cierre de la fase regular se encuentra el Club León, atenazado por los síntomas del cacareado mal de campeonitis, vulgar término que pasa muy por encima del hecho de que los finalistas del torneo que cierra en invierno tienen hasta un mes menos de pretemporada para el siguiente certamen. Mientras en México el año futbolístico no se planteé como una temporada completa, los campeones del año pasado sufrirán en la siguiente liga.
El partido ante Santos era clave para aspirar a entrar en zona de repechaje, puesto que las derrotas de último minuto y encuentros mal jugados obligaban a sumar de tres puntos para dormir alguna jornada entre los doce primeros, reduciendo la carga mental y la presión de frente al cada vez más reducido margen de error.
Ante la necesidad de arañar no hay un punto, sino una victoria y en juego contra un equipo de vocación ofensiva, Ignacio Ambriz planteó la última media hora en modo defensivo, sustituyendo a Colombatto por Rubén González, un perfil de mediocentro más defensivo, y dejando definitivamente e Luis Montes junto a Dávila (apuesta definitiva para el 9 esmeralda) coronando el 4-4-2.
Sin embargo, lo interesante fue el objetivo de la formación, que consistió en defender cerca del área grande, cuando no dentro, con una línea de cinco, gracias a que Rubén retrocedía como tercer central y a que Meneses entraba como segundo contención permitiendo fortalecer el carril central y cerrarlo a la creación lagunera. En dicho punto, Montes retrocedía como enganche y quedaba por delante como un centrocampista más para apoyar o lanzar un contragolpe.
El problema fue que La Fiera estuvo lejos de defender bien, permitiendo mucho juego de los guerreros en la frontal y recibiendo disparos peligrosos que incluso, de no ser por el VAR, pudieron haber terminado con un penal en contra y la victoria escapándose de nuevo en los últimos instantes. El campeón jugó una gran primera hora, pero su cierre de partido estuvo lejos de ser perfecto, algo completamente normal cuando necesitas desesperadamente una victoria para seguir defendiendo la corona.