A un año de distancia...

Fue el sábado 14 de marzo del 2020, hace exactamente un año. El Club León enfrentaría a los Pumas de la UNAM, pero la gran noticia en todo el estado era la confirmación de los primeros casos positivos en Guanajuato.
El asesino microscópico había llegado a la entidad, y con él llegaron el pánico y la confusión. Las noticias que habían llegado desde el otro lado del mundo en diciembre y enero sobre confinamientos y cuarentenas de repente se hicieron realidad en nuestro terruño y nos tomaron por sorpresa.
Ese fin de semana en León no solo jugaría la Fiera, sino que también se llevaba a cabo el Campeonato Mundial de Rally 2020, ambos eventos multitudinarios que suelen reunir grandes masas de gente.
Así se levantaron las críticas y los señalamientos, y la directiva del Club León y la Liga MX respondieron: celebrarían ese partido a puerta cerrada, sin aficionados en las gradas, con la esperanza de limitar las posibilidades de contagios.
Ese sábado de hace un año, la victoria por 3-1 del León frente a los Pumas marcó el inicio de la separación del cuadro esmeralda y su afición. En un Nou Camp desierto, donde los gritos de los futbolistas resonaban espectralmente sobre las gradas vacías, se inauguró una nueva era: la nueva normalidad. Luego de ese partido se suspendería la liga y habría que esperar hasta el siguiente torneo para que la pelota volviera a rodar.
En ese contexto, lejos de su gente y en medio de un estricto protocolo de medidas sanitarias, pruebas cada tres días y bajas por contagios, el Club León fue campeón, levantó su octava estrella y se confirmó como el mejor equipo de todo el país. Aunque no se sintió completo, porque la ciudad no pudo abarrotar las calles ni perderse en el delirio del triunfo y la victoria.
No. Tuvimos que contenernos, gritar y emocionarnos en casa, con la frustración de no haber podido ver con nuestros propios ojos al equipo de nuestras vidas en su última gesta. De hecho, y por más que hayan sido figuras importantes para el campeonato, la realidad es que ningún aficionado ha podido atestiguar de primera mano a tipos como José David 'Avión' Ramírez o Emmanuel Gigliotti con la playera esmeralda en el césped del Nou Camp.
Hoy, un año después, la nueva normalidad ya no parece nueva. Nos hemos acostumbrado al cubrebocas, a saludar con el codo, y principalmente a acompañar al equipo a través de las pantallas, pero hoy, por fin, aparece una luz al final del camino.
Por ahora, la pandemia ha amainado y el estadio abrirá sus puertas para enfrentar al Necaxa. Parece poético que justo a un año de distancia, la Fiera se reencontrará con su afición, en espera de solventar la crisis y salir del mal paso.
Por lo menos, tenemos asegurada la catarsis de volver a ver a nuestro equipo en la cancha; volver a sufrir y celebrar en nuestro templo; volver a cantar, y alentar y celebrar con el campeón. Pero lo más importante, volver a reafirmar nuestra fe en el equipo, y demostrar que a pesar de todo, aún confiamos en nuestro Club León.